El trabajo que conlleva mantener alimentado un perfil digital es tan extenso como enriquecedor, pero al mismo tiempo, limitado. Cada idea va de la mano con el encargado de generarla y en ese punto, se puede decir que las personas responsables de crear estrategias, juegos y hasta los indispensables concursos en una plataforma web, tienen un tanque finito de creatividad que en algún punto puede vaciarse o al menos pedir una recarga. Es ahí donde comienza el proceso de reciclar contenido.
Para reciclar contenido primero tienes que generarlo, algo que se puede lograr si sigues una serie de pasos que comienzan con lo que llamamos el “viaje del cliente”.
Viaje del cliente
Este punto se basa en llevar de la mano al público desde el punto cero (conocerlos) hasta la meta (capitalizar una venta o adherirlos a tu lista de seguidores) con la planificación que hayas establecido desde el comienzo para la marca que gestionas. La mejor manera de organizar este viaje es con estos pasos: Atraer, conectar y convertir.
El proceso de atraer consiste en llamar la atención de ese cliente o público a partir del contenido que propones, siempre siendo diferencial y dando un paso más que la competencia, generando que en cada visita o seguidor nuevo se genere el click que los haga volver o en el mejor de los casos, quedarse.
Una vez consigues atraer al cliente viene la conexión. De nada servirá que el público se asome a tu tienda si no tienes los productos que buscan o necesitan, algo que visto desde el marketing sería ofrecer contenido de valor que resuelva problemas, dudas o al menos deje un aporte en el consumidor.
Paso final pero no menos importante, convertir. Puedes llamarle venta, seguidor, interacción o cualquier nombre que le hayas dado a la acción que buscas en tu público, con la meta de conseguir que cada persona presente en tu plataforma o perfil sea efectiva de cara a los resultados que buscas.
Leyes del marketing de contenidos
Al enfocarse de manera específica en el contenido, es necesario conocer las leyes o reglas que permiten conseguir el éxito con el producto final. Para una estrategia que a largo plazo brinde resultados y vigencia tomamos en cuenta tres leyes: investigación, constancia y presencia multicanal.
Si recordamos la estructura del viaje del cliente el primer paso consiste en atraer a partir de nuestro contenido, algo que puede alcanzarse con una buena investigación antes de comenzar a producirlo. Para que esta primera ley se cumpla tendremos que plantearnos dudas tales como: ¿Quién es el cliente ideal? ¿Cuáles problemas necesitan solucionar? ¿Cuáles de estos problemas puedes solucionar? ¿Qué le puedes ofrecer que ellos quieran? ¿Cuáles son sus temas de interés? ¿Qué tipo de publicaciones le entretienen? ¿Qué tipo de contenido puedes generar para que les sirva de ayuda?
La segunda ley es la constancia, una de las más difíciles de cumplir en casi cualquier ámbito. En este caso, más que adquirirla se trata de planificarla y organizarla, conocer exactamente cuáles son las plataformas efectivas para llevar a cabo cada solución encontrada en las interrogantes de la investigación, así como la frecuencia con la que alimentarás la interfaz que selecciones.
En tercer lugar está la presencia multicanal, que termina de pulir cada ítem planteado en los pasos anteriores para tomar decisiones y comenzar el trabajo en los canales que contarán con tu presencia, además de dar inicio a la creación del contenido que estarás utilizando a lo largo del año, además de definir cuáles serán los productos que pondrás en práctica entre las opciones existentes como artículos para un blog o un podcast.
Al cumplir de manera efectiva estas leyes, obtienes una investigación acertada que facilita la identificación de los problemas que requieren ser solucionados, generando confianza en el público y al mismo tiempo, la motivación que da paso a la constancia necesaria para que tu marca o perfil puedan crecer.
Diversos formatos de contenido
Ahora que conoces la base estructural para el proceso de crear contenido, pasemos a la parte más divertida: darle rienda suelta a la creatividad. Siempre que conserves los datos obtenidos en el proceso de investigación y hayas definido cuáles serán las plataformas en las que comenzarás a compartir tu conocimiento, es momento de darle forma a cada idea para solucionar problemas, alimentar el interés y mantener atento a tu público.
Los tipos de contenido son tan extensos como el ingenio que apliques al momento de generarlo, tomando como base los formatos tradicionales como fotos, videos o textos, pero siempre con un toque personal que permita ayudar, educar, entretener y persuadir al público que te sigue. Estas cuatro acciones serán precisamente las que te ayuden a segmentar y seleccionar lo que vayas a hacer.
Para ayudar al público debes plantear ideas o formatos que brinden soluciones para superar un obstáculo en tu comunidad. Tutoriales para una reparación, plantillas que les permita organizarse o una lista de herramientas útiles y efectivas que tú mismo/a hayas probado y verificado de cara a las interrogantes que puedan tener.
Si buscas educar, los artículos y noticias suelen ser muy útiles siempre que guarden información de valor, además de la veracidad que esto demanda. En caso de que prefieras hablar en lugar de escribir, una entrevista a un experto relacionado a tu público siempre será una buena opción, así como un canal de Youtube en el que brindes información relevante de manera continua.
El entretenimiento puede ser el más sencillo o familiar para los creadores de contenido por su altísima oferta en el mundo digital. Juegos, memes, gifs o encuestas son opciones tan tradicionales como efectivas si buscas darle un tiempo de distracción a tu comunidad, además de la viralidad que en paralelo puedes obtener para difundir tu marca.
Finalmente es el turno de la persuasión y en este punto, los detalles y la investigación serán tus principales aliados. Los webinars suelen ser uno de los formatos más utilizados ya que sirven de puente para una conexión inmediata y efectiva, algo que también puedes obtener con transmisiones en vivo enfocadas a un tema en particular. Presentar casos de estudio también tiene un alto índice de efectividad y si lo unes a los resultados que hayan obtenido especialistas del área, puedes obtener un contenido persuasivo y educativo al mismo tiempo.
Método: Crea, divide y recicla
Ya que estás en este punto, es hora de dar las últimas pinceladas. Crear, dividir y reciclar, un método que te permitirá mantener la vigencia de tu contenido, ser frecuente en el mundo digital y tener a todo tu público constantemente atendido según los problemas, dudas o solicitudes que tengan.
Cada vez que creas un contenido específico en un formato definido, tienes el primer paso avanzado y esa será la punta de tu pirámide en este método. Para llegar al siguiente nivel debes segmentar las ideas que están presentes en este pilar principal y hacer una lista con cada una de ellas.
Según las ideas que puedas extraer de todo el contenido realizado en ese formato, pasas a definir cuál será el formato que ahora aplicarás a cada una de estas, lo cual te va a permitir tener más contenido, alimentar más plataformas y sacarle todo el jugo posible a ese primer paso en el que creaste algo para el público.
Y llegó el momento de reciclar. ¿Recuerdas la escena en la que Jack Sparrow le dio la vuelta al barco para llegar al destino que no estaba a simple vista? ¡Eso es! Si en tu calendario de contenido tienes un reel con los consejos de moda para el invierno de 2022, puedes reutilizar esa misma información en una infografía para Facebook o un artículo para LinkedIn. Eso sí, procura no repetir formatos en las ideas que dividiste del primer producto creado.
Reciclar: tomar píldoras anteriores y la reformulamos en otro formato
Vayamos a profundidad con el punto de reciclar. Muchas veces la demanda del público y la inmediatez de la que viven las redes sociales pueden ser obstáculos importantes para la planificación que realizaste en tu marca, por eso, es importante asegurarte la vigencia más extensa posible en tu comunidad.
Si bien no siempre un contenido alcanza los números que te fijas como resultado, también es cierto que esa píldora puede estar en el canal menos favorable y es ahí donde reciclarla es la mejor solución, llevando esa misma información a otro formato para compartirla en una red social distinta, un blog o la plataforma que cumpla con los estándares previamente establecidos.
Este proceso puede incluso llenar un mes de tu calendario estratégico en caso de que tu contenido tenga una investigación robusta de fondo, permitiendo que de una sola idea deriven varias cápsulas informativas, entretenidas y educativas que al mismo tiempo den paso a un abanico de opciones para que tu marca tenga actividad por largo tiempo.
Aunque la duda sobre reciclar contenido pueda llevarte a pensar que se genera monotonía, toma en cuenta que para ayudar no siempre es necesario persuadir y es posible que en ninguna de las dos haya entretenimiento, pero afuera hay un público al que puedes persuadir con un concurso en el que entregues una bolsa reciclada para las compras, otro sector que puede entretenerse con el proceso de reciclado de la misma, la población de tercera edad que busca durabilidad para transportar los productos que obtienen y claro, el aporte educativo al fomentar el uso de una bolsa que al igual que tu contenido, es reciclada y útil.
Calendario de contenidos
A lo largo de este artículo hemos mencionado calendarios, planificaciones y estrategias a largo plazo que te faciliten el trabajo para la marca que alimentas con contenido, pero, ¿sabes de qué se trata?
Para hacerlo de la forma más sencilla, es un formato tradicional en el que abarcas un período de tiempo segmentado en días, semanas y meses, siempre en relación a la extensión que quieres abarcar con el contenido. La diferencia en este caso es que cada casilla vas a rellenarla con los ítems, ideas, formatos o píldoras que quieres generar para tu perfil.
Una vez que el contenido esté organizado, es momento de compartir esas mismas casillas con los análisis y objetivos que quieres plantear para la marca, plasmando en un solo lugar todo lo referente al trabajo que debes realizar y así facilitar la organización necesaria para publicar, medir y comprobar el contenido que tienes en mente.
El uso de colores para las plataformas o canales que tendrás activos es una manera de darle orden a todo lo que vas a descargar en el calendario, así como usar figuras para encerrar fechas similares o stickers para marcar algún contenido específico que deba resaltar sobre el resto. Y lo más importante, será el lugar en el que preservarás todas las ideas, para evitar que se te olvide algo durante la actividad de la cuenta.
Aunque el proceso de reciclar contenido es el paso final dentro de una estrategia trazada, tener una idea clara de cada proceso es fundamental para que el producto sea útil, acertado y reciclable, algo que puedes aprender en los cursos que tenemos destinados para aquellas personas que quieran integrarse al mundo digital y también los que buscan ampliar su conocimiento. Ingresa en nuestra página web, aprende todo sobre redes sociales, copywriting y claro, también reciclar contenido dentro de tu planificación.